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LA LEYENDA DEL SANTO GRIAL

  • pasan8
  • 11 nov 2014
  • 6 Min. de lectura

Las leyendas suelen ser relatos épicos con escasa credibilidad histórica, pero en este caso, la existencia de una serie de textos aportan a este enigma, un carácter de realismo. El trovador Chretien de Troyes (1140), en principios del siglo XI, escribiría el poema que estaría basado en viejos relatos legendarios de un caballero germano y que daría comienzo a una gran obsesión de todo buscador de misterios del pasado: "Parsifal o la Historia del Grial".

Entre 1150 y 1170, Wolfram Eschenbach, bardo alemán, se suma al enigma con un poema titulado "Vida y Milagros" de Parsifal, el cual relata una historia acerca de la custodia del Santo Grial. El nombre Parsifal realmente, proviene de una palabra del antiguo idioma sánscrito, para designar al "Hombre de Persia ".

Algunas mitologías muy antiguas de la India, Afganistán, Persia, Pamir y el Tíbet, extrañamente ya nombraban a este enigmático personaje hace 7 ó 8 mil años. Tales leyendas tomarían realismo en el siglo XII con la aparición en Germania de un caballero que se desempeña en la corte inglesa del Rey Arturo. Aparentemente Parsifal sería ingresado en la Orden de los Caballeros Templarios. Esta orden hermética, tendría a su cargo, la custodia de los elementos sagrados que rodearon a Cristo.

Según el poema de Escenbach, el caballero Parsifal, fue asignado como custodio del Grial. Esta obra a manera de "canto" sirvió además, de base inspirativa a Wagner para la creación de su ópera "Parsifal".

En la composición se encuentran algunos versos por demás interesantes para dilucidar este enigma:

“En País lejano, inaccesible a vuestros pasos, había un castillo de nombre Monsalvado; un luminoso templo se alza allí en el medio, así precioso, cual nada semejante se conoce en la tierra. Y en el una copa de milagrosa virtud, se guarda como la más sagrada de las reliquias: ella fue para que los más puros entre los hombres la cuidasen, en tierra por una formación de ángeles llevada; cada año desciende del cielo una paloma, para dar nueva fuerza a su milagrosa virtud: ese es el Grial; y beata purísima fe para el se comparte a toda su corte. Quien entonces es elegido para servir el Grial, a este El suministra un sobrehumano poder; en contra de el se pierde el engaño de todo malvado; cuando el Lo contempla, se le disipa la noche de la muerte. También quien del Grial es en lejano País enviado, Y elegido a campeón a defensa de la virtud, no es por cierto despojado de su santa fuerza, hasta que como su caballero allí no sea reconocido. De tal augusta naturaleza en efecto es la virtud del Grial, que, descubierto… el debe huir de los ojos de los profanos. Y por ello ninguna duda debéis nutrir acerca de su caballero; pero si los reconocéis… entonces se debe de ustedes partir ¡Ahora oíd, como yo recompenso la vedada pregunta! Del Grial fui yo entonces cerca de ustedes mandado: Parsifal mi padre lleva su corona, Y su caballero yo soy… llamado Lohengrin. “

Tercer Acto, Escena Tercera del Lohengrin de Richard Wagner, 1847.

Se dice que el Santo Grial fue el recipiente en el cual se recogió la sangre de Cristo en el momento que fue herido por el soldado romano Longino con su lanza. La historia prosperó y una gran cantidad de relatos y acontecimientos reales o no, rodearon a este mítico elemento; Se cuenta también que el Grial, es la "lapis exillis" considerada la esmeralda, tallada en setenta y dos facetas desprendida de la corona de Lucifer en el momento de su rebelión contra Dios. Buscadores a lo largo de la historia intentaron encontrar y poseer esta supuesta reliquia. Lo cierto es que uno de los más famosos guardianes conocidos a través de estos poemas épicos, es el caballero Parsifal.

Wolfran Von Eschembach es el único entre todos que aporta o revela el génesis luciferino del Grial.

Frente a las conocidas versiones simples de que el Grial es bien la evolución cristianizada del caldero celta de regeneración, bien la copa que recogió la sangre divina de Cristo o bien una metáfora de la antigua diosa perdida, von Eschembach revela la auténtica procedencia luciferina de la leyenda. Este autor alemán profundizará en el esoterismo ancestral y la raíz secreta del mito, aunque lo presentará lógicamente revistiéndolo con los ropajes e idiosincrasia de la época.

Manifiesta que el santo grial en verdad no es sino la piedra luminosa y sagrada ubicada en la celestial frente del divino Lucifer. De ahí surgirá el mito, en todas sus variantes, conectándose e imbricándose con corrientes espirituales de distintas culturas y épocas.

En su relato Lucifer caerá a la Tierra tras su destierro celestial y con él llegará la bendita piedra, transformada luego en mítica copa en una fusión metafórica. Sabido es en simbología arquetípica universal que una gema brillante en la frente representa la más alta iluminación. Por ello Lucifer es arquetípicamente el portador de la luz, el que muestra el camino o senda divina. Y exactamente igual simboliza el Grial, pues la piedra/copa es la portadora o manifestadora de esa misma divina luz.

Es así que Lucifer y Grial se solapan en algunos textos, siendo el segundo la clave o símbolo del primero.

El Grial perdido es la búsqueda de la espiritualidad e iluminación. Lucifer simbolizó y simboliza la luz espiritual rebelde al mito del Dios Materialista, la rebelión de la libertad espiritual frente al dogmatismo religioso, la ciencia espiritual frente a la superstición religiosa o mítica. Cuando el patriarcalismo del Demiurgo se apodera progresiva y despóticamente de los mitos y visiones religiosas, a lo largo del primer milenio antes de nuestra Era, surgirán también las divinidades que se resisten a claudicar ante el paradigma impuesto del excluyente fanatismo religioso. Con el tiempo se irá forjando progresivamente la leyenda de Lucifer o Prometeo (adición, evolución y simbiosis arquetípica), que aglutinará distintos paradigmas espirituales de resistencia a la estrecha visión del Demiurgo radical.

Lucifer viene de Lucíferus, portador de luz, el que ilumina, y corresponde exactamente a la voz griega Phosphoros. La iglesia da ahora al Diablo el nombre de "tinieblas", mientras que en el Libro de Job se le llama "Hijo de Dios", la brillante Estrella matutina, Lucifer. Hay toda una filosofía de artificio dogmático en la razón de por qué el primer Arcángel, que surgió de las profundidades del Caos, fue llamado Lux (Lucifer), el luminoso "Hijo de la Mañana" o Aurora manvantárica. La Iglesia le ha transformado en Lucifer o Satán porque es anterior y superior a Jehovah, y tenía que ser sacrificado al nuevo dogma.

PROMETEO-LUCIFER se roba valerosamente el fuego Divinal para auxiliarnos en la senda de la insurrección espiritual, es la esencia de las viejas religiones y divinidades iniciáticas, condensa y representa a a los dioses y arquetipos denostados, a las sendas espirituales liberales perseguidas.

Frente al fanatismo de las religiones monoteístas, más radicales e intransigentes aún que las anteriores religiones politeístas de milenios anteriores, toma forma el mito del Ángel Rebelde. Será el símbolo codificado de las ancestrales diosas y dioses portadores de luz del pasado.

La luminosa piedra grialiana-luciferina es la esencia de todas las piedras sagradas que simbolicen a la divinidad.

Lucifer es la verdadera luz, libre de dogmas, rebelde a la luz falsa de los fanatismos y doctrinas impositoras. PROMETEO-LUCIFER ya no está en el cielo u olimpo de los dioses patriarcales, sino que se halla en la Tierra, penetrando la materia. Pero al mismo tiempo, por todo ello, es una luz y esencia espiritual intemporal y verdadera, que se halla escondida tras las brumas de la distorsionada materia, tras las nieblas que se extienden por la confusa mente humana. Durante siglos muchos han buscado el mitificado Santo Grial, la luz antigua de la iniciación o iluminación genuina, pero se han confundido y se han perdido en las tinieblas o sombras de la mente y en falsos mitos, o han caído en estrechas y limitadas redes de creencias.

La senda Grialiana es por tanto una secreta metáfora tras la que se disfraza u oculta la senda de Lucifer.

El Santo grial es la luz divina, pero también la sangre secreta de la realidad trascendente. Santo Grial en Frances Saint Graal que deriva en Sangre Real. PROMETEO-LUCIFER es la divinidad antigua que muestra el camino a la luz y que se resiste a ser destruida por la mente fanatizada del Demiurgo.

 
 
 

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